Había una vez...

Había una vez una pequeña princesita llamada Mirimë, la cual creía en el amor eterno y a la cual le encantaba volar por entre las nubes y llegar hasta las estrellas.

domingo, 29 de mayo de 2011

Mirimë, no te ilusiones.

Y vuelta a ilusionarme y vuelta a pegarme un porrazo al recordar que no debo hacerlo, que nada de esto es real aún y que probablemente no lo sea porque su tiempo ya acabó.
Sería tan distinto si pudiera tener las metas que quiero en mi vida y trabajar en pos de conseguir esos objetivos, trabajar para que las cosas salgan bien sabiendo qué es lo que quiero, pero no me está permitido, tengo algunos objetivos y hago todo para realizarlos, quiero salir pronto de la U, y estudio para que así sea, quiero tener mi propia casa, y junto el dinero para que algún día así sea, pero no puedo planificar más que eso, al menos no en estas condiciones. Quizás en otra circunstancia, con otras personas y en otros lugares eso sea distinto, pero tengo miedo de no poder dejar lo que ahora tengo, no soy capaz ya que aún espero que la situación sea distinta, deseo que la situación sea distinta. Añoro sentir la seguridad que ahora me falta para que esto avance.

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