Había una vez...

Había una vez una pequeña princesita llamada Mirimë, la cual creía en el amor eterno y a la cual le encantaba volar por entre las nubes y llegar hasta las estrellas.

martes, 16 de septiembre de 2014

Otra vez...

Que irónico que lo último que escribí estaba relacionado con estar en una friendzone, parece que ese es mi lugar porque ahora estoy en otra. No hay caso conmigo.

Este año mi vida tuvo un giro total, pasé de sentirme siempre culpable por todo a sentir una excesiva libertad que me hizo cometer algunos errores, de los cuales no me arrepiento eso si, porque son cosas que ya pasaron y que de una u otra manera me hicieron aprender cosas. Ahora me siento en un nuevo estado de equilibrio, y ya no quiero hacer las cosas que hice a principios de año, quiero volver a amar de verdad, quiero encontrar a alguien que tenga una visión similar a la mía y que quiera conocerme y quererme tal cual soy.

En esto pensaba cuando conocí a alguien por una página de internet, es alguien muy agradable, razón por lo cual también tiene muchos amigos, hablamos siempre, aunque creo que cada vez son cosas más triviales. Me gusta, pero es claro que yo no a él, ya que no muestra ningún interés en generar instancias para que nos podamos ver, y tampoco es muy curioso respecto a mi, no me pregunta muchas cosas, ni generales ni personales.

Me gustaría saber que es lo que hace que no pueda generar en otros otro sentimiento que no sea de amistad, cuando mi ideal de relación es estar con alguien que no sea sólo una pareja, sino que sea un amigo, un patner, alguien con quien pueda compartir las cosas que siento y pienso y con quien tenga la confianza de solucionar los problemas conversando las cosas abiertamente, alguien a quien pueda acompañar en algunas de las cosas que le interesen, y que tenga la misma consideración conmigo para acompañarme en las cosas que para mi son importantes. ¿No es mejor por tanto que todo parta de una amistad?. Sin embargo, no puedo generar otro interés en los demás.